La resiliencia como resorte para rebotar la adversidad


Hay conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas para reestructurar nuestras herramientas y recursos de acuerdo a las nuevas circunstancias y necesidades.

Son las 2:00 am y María Fernanda no logra dormir. El día se le fue en entretener a sus chamos que, a sus dos y tres años, creen que la televisión no prende porque ella los ha castigado. Entre el salir de casa para buscar señal en el celular y comunicarse con sus padres, en el prender el carro para escuchar la radio y enterarse de lo que está pasando. El día se fue entre subir y bajar 15 pisos de escaleras tantas veces que perdió la cuenta.

No hay luz ni tampoco agua. Contarlo por días o por horas no hace más fácil la vida a oscuras.  Son las 2:00 am y María Fernanda llora. No sabe si ahorrar la batería del celular y la gasolina del carro, si mañana llegará la luz para cargarlo o si tendrá agua para bajar el baño.

La resiliencia es el proceso de adaptarse a la adversidad y salir fortalecido de ella. En ningún caso se trata de ser conformista, ni de aceptar o naturalizar circunstancias extremas. Es más bien la capacidad de rebotar las situaciones difíciles como si uno fuera un resorte. Problemas familiares, traumas, amenazas… son circunstancias en las que se debe aprender a ser resilientes.

Desde el siete de marzo han ocurrido tres apagones masivos en Venezuela. Aunque en algunos sectores el servicio se restableció en pocas horas, zonas del Zulia, por ejemplo, llegaron a durar 100 horas continuas sin luz. Debido a los problemas eléctricos también ha fallado el suministro de agua en todo el país. Y sumado a esto, sólo 8 días de clases tuvieron los niños en marzo entre apagones y las vacaciones de carnaval.

Trabajar, pagar cuentas, conectarse a Internet o el simple hecho de cocinar pueden resultar una dificultad. La cotidianidad se presenta como un reto ante la imposibilidad de planificar, cumplir la rutina y controlar el caos.

Ante estas circunstancias, Mary Carmen Rivas, psicóloga clínica, de la red Apóyate recomienda los siguientes consejos:

  1. Busque compañía, aislarse aumenta los sentimientos de indefensión y miedo.
  2. Intente cumplir algunos horarios para comer, dormir y levantarse. Eso le dará cierta sensación de orden y control y le permitirá sentir que pueden existir algunos espacios predecibles aún en medio del caos.
  3. Trabaje en equipo para solucionar problemas y reparta las tareas según las capacidades de cada quien. Esto generará ahorro de energía física y emocional.
  4. Durante el día, evite permanecer encerrado o en espacios poco iluminados. Abra las ventanas y permita la entrada de luz abundante, para que su cerebro produzca serotonina que es la hormona encargada de producir buen humor.
  5. Piense que esta coyuntura es solo un pedazo de nuestra vida y no será la vida entera. Vamos a salir adelante.

Nicolás Maduro acortó la jornada laboral de 8:00 am a 2:00 PM y anunció que van a implementar un plan de racionamiento de luz en Caracas. Mientras tanto, en el interior del país, la luz sigue faltando por días enteros.

Para el 12 de marzo Ecoanalitica estimaba las pérdidas por el apagon al rededor de los 875 millones de dólares. Por su parte, la firma Torino Economics suguiere que, con el segundo apagon, las perdidas ascendieron a 1.03 millardos de dólares, lo que ocasiona una caída adicional de 1,05% en el PIB respecto a la que ya estaba estimada para el 2019 de 27,4%.

Entre tanto, el sector productivo lucha por mantener la economía en movimiento. Por ello, ante la incertidumbre, intente establecer metas realistas de acuerdo a sus posibilidades y las de su equipo de trabajo. Aunque parezcan logros pequeños trabajo pregúntese qué puede hacer hoy que lo acerque a su objetivo.